Infección-denutrición

sábado, 9 de febrero de 2008

CIRCULO DESNUTRICION-INFECCION

Las infecciones, aún leves, poseen efectos adversos sobre el estado nutricional. La importancia de estos efectos depende del estado nutricional previo, de la naturaleza y de la duración de la infección, y de la dieta durante el periodo de recuperación. Por otro lado, casi toda deficiencia de un nutriente, si es suficientemente severa, alterará la resistencia a la infección.

Las infecciones intercurrentes llevan a la disminución en la ingesta alimentaria. Esto es un factor que precipitará deficiencias clínicas evidentes de cualquier nutriente que ya se halla en una situación marginal.

Cuando se presenta diarrea, fiebre o cualquier otro tipo de infección es una práctica frecuente restringir la dieta, que se suma a la inapetencia.

Las infecciones asociadas a la malabsorción son muchas: bacterianas, virales o parasitarias. Puede ocurrir una malabsorción de vitamina A en enfermedades febriles sistémicas. Según un trabajo publicado, niños con diarrea aguda e infección respiratoria absorbían del 30 al 70% de la vitamina A ingerida. Se ha observado una caída significativa en las concentraciones de esta vitamina en niños con infección respiratoria aguda, en gastroenteritis y en sarampión, volviendo a lo normal con la recuperación.

La desnutrición en los niños se asocia generalmente con deficiencias de vitaminas y minerales específicos. Se ha reconocido en los últimos años las consecuencias de las deficiencias de los micronutrientes que van desde una alteración en la inmunidad y aumento del riesgo de enfermedades infecciosas, hasta la muerte. Así la OMS, UNICEF y otras agencias internacionales han preconizado la incorporación de micronutrientes como una forma de romper el círculo desnutrición-infección.
2008

Datos personales